Mi percepción docente.

Recuerdo que no estaba en mis planes ser profesora,  sino ingeniero, mas tuve que dejar la escuela y trabajar durante un ciclo escolar, supe que no necesitaba la preparatoria para ser maestra y cursé la Normal Primaria.
Por azares del destino trabajé en una empresa durante 7 años antes de ejercer como docente.  Cuando empecé a hacerlo  fue en Apan Hidalgo, en 1997,  en una escuela tridocente, ubicada en una comunidad marginada y me sentí, rezagada, verdaderamente   fracasada porque los grados asignados fueron 5º. Y 6º. Grados, para los cuales no me sentía preparada, se trabajaba de 9 a 2 de la tarde y no obtenía los resultados que esperaba, por lo que entré a estudiar la Lic. En la U.P.N. de Calpulalpan, y a la N.S.E.P., ambas licenciaturas me fortificaron ya que aprendí mucho y empecé a trabajar con Unidades Didácticas, mientras trabajaba  con el otro grado, así permanecí por tres años.
Cuando llegué a Puebla, trabajé en una escuela de Organización Completa  de la zona 096, con cabecera en Los Reyes de Juárez, en donde mi desempeño fue regular (a mi parecer). Me cambié a otra escuela y obtuve el Primer Lugar de zona con 1er. Grado, que gran satisfacción sentí, porque por no ceder a las presiones de un padre de familia que insistía en que su hija era la indicada para representar a la escuela, (incluso me fue a acusar a la supervisión Escolar y a la C.O.R.D.E. Fui objeto de amenazas por su parte y de mofas del parte de mis compañeros, pero afortunadamente, ganó la alumna que había elegido y sus aptitudes así lo demostraban.
Ser profesora de Educación Primaria es para mí motivo de orgullo, ya que es una tarea muy compleja y no cualquier persona puede desempeñarla, dentro del aula eres maestra, psicóloga, amiga, madre, nutrióloga, etc.
Cuando  un alumno presenta dificultades para aprender y logra hacerlo, me hace sentir muy satisfecha de mi trabajo, pero cuando a pesar de las actividades propuestas no avanzan, por ejemplo en lectura o resolución de problemas matemáticos, me siento muy decepcionada.
Tengo 13 años de servicio y ganas de continuar como docente, ya que estoy segura que mi vocación es como docente, no me interesa ser directivo o Apoyo Técnico, me enriquece en todos sentidos la convivencia diaria con mis alumnos.
Diariamente llegando al salón de clases, saludo a los niños, enseguida repasamos las palabras nuevas vistas el día anterior (actualmente atiendo al primer grado), pasa cada uno a identificar palabras o bien a escribirlas al pizarrón, sacan su tarea que puede ser en la libreta, en el libro de texto o la elaboración de algún juguete, juego  (memorama o lotería de nombres), o investigación de algún tema de su interés.
Posteriormente, trabajo en Español, según corresponda por ejemplo el conteo de palabras, relación sonoro gráfica, formación de oraciones con sus tarjetas, entre otras, las oraciones o palabras las escriben en su libreta y paso a su lugar a revisarlas.  Normalmente trabajo Matemáticas diariamente realizamos la actividad algunas veces en forma  grupal y otras en binas, como resolución de problemas en forma gráfica, por conteo o algunos con el ábaco, confrontamos los resultados.
 Luego en forma grupal realizamos la actividad del libro. Si les toca salir a Educación Física, mientras realizan las actividades, me gusta observarlos, pues he notado que los que son más diestros para manejar el balón por ejemplo, muestran mayor  habilidad mental para la resolución de problemas.
Salen a recreo en el horario acostumbrado y entrando trabajamos con Exploración de la Naturaleza, Educación artística o Formación Cívica y Ética, según corresponda y si por reunión con Padres de Familia o  Junta de Maestros, lo realizan de tarea en casa.